Los conejos son animales muy sociables, en la naturaleza viven en grupos y están genéticamente programados para interactuar entre ellos. Por eso es recomendable que tengan un compañero de su misma especie.

Dicho esto, a la hora de incrementar nuestra familia con otro conejo, debemos tener en cuenta varios aspectos importantes para que puedan convivir en armonía y que tu casa no acabe siendo un campo de batalla.

Lo primero que hay que saber es que, aunque son animales sociales y gregarios, estos son territoriales y establecen una fuerte estructura jerárquica entre ellos. Si no se hace bien la socialización, es posible que nuestra mascota ataque al nuevo miembro, ya que lo verá como un intruso.

Por eso es recomendable que todos los miembros del grupo estén esterilizados para disminuir su agresividad, estrés y evitar posibles apareamientos entre conejos de diferente sexo.

Aunque esto no signifique que no se puedan combinar otras posibilidades de sociabilización, lo más recomendable es que si tu mascota es hembra elijas un macho y viceversa, los dos esterilizados y preferiblemente de un peso similar. Esto es importante, ya que si hay algún tipo de enfrentamiento entre ambos, las fuerzas no sean muy desequilibradas.

Cabe resaltar que en el proceso de socialización entre conejos nada es matemático, normalmente ellos marcan los tiempos y en algunos casos deberás armarte de paciencia y constancia.

Aquí te dejo unos pasos a seguir para el proceso de socialización entre conejos:

Primer paso: los dos primeros días no dejaremos que se vean. Nuestra mascota sabrá que hay un olor nuevo, pero no verá al nuevo miembro, así que adapta una habitación y aísla al nuevo miembro. Proporciónale todo lo necesario para que se encuentre lo más a gusto posible, piensa que los conejos son sensibles al cambio (procura que no le falte de nada).

Segundo paso: llevaremos a los dos nuevos compañeros a un lugar neutral, es decir, a un lugar donde nuestro primer conejo pase poco tiempo o ninguno, por lo tanto, no reconocerá el lugar como su territorio para que así no vea al nuevo miembro como un intruso. Los primeros días le colocaremos una valla o separación entre ellos por precaución y dejaremos que se vean y se huelan si no hay tensión. Así que si ves que se ignoran o simplemente se huelen e interaccionan sin peligro evidente pasaríamos al siguiente paso, si no es así, volveremos a separarlos y lo intentaremos en otra ocasión.

Tercer paso: es el momento de retirar la separación, es muy importante que haya suficiente espacio para que en caso de pelea, cualquiera de los dos conejos pueda escapar, pero no demasiado porque si no, le costará encontrarse. Como consejo, debemos estar relajados en el proceso, aunque lo sé, será difícil, los animales sienten nuestro nerviosismo y se lo podemos transmitir, pero debemos estar lo más calmados posible.

Si un conejo monta al otro, se pelean o se persiguen, no te asustes, son acciones normales entre ellos a la hora de establecer un orden jerárquico. Solo debemos vigilar que la pelea no se intensifique mucho y que no salgan heridos, para ello puedes ayudarte de una escoba en caso de que los tengas que separar. Llegado a ese punto, si vemos que hay aceptación por ambas partes, significará que lo hemos logrado y que nuestras mascotas han aceptado cada uno su rol, en caso contrario repetiremos el proceso.

 

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